miércoles, 4 de marzo de 2009

Dueño

::

Cuando el único alimento de Nani era la leche materna, o sea la mía, cómo me parecía que era aburrido comer siempre lo mismo le inventaba sabores. Cuando nos sentábamos a hacer el ritual de "tomar la teta" le decía que era leche con chocolate, con canela, con coco, con vainilla. A veces le decía que era de carne al horno con papas y otras de ravioles.
De esto, él obviamente no se acuerda.

Aún siendo bebé se colgaba ratos y ratos mirando las luces que entraban por las hendijas de la persiana y se reflejaban en la pared. Lo mismo hacía con las hojas de los árboles cuando salíamos a pasear. Yo le decía que se las regalaba. Todas las luces y las hojas de los árboles del mundo eran suyas.
De esto, él obviamente tampoco se acuerda.

Hoy, mientras él se bañaba y yo hacía la comida me acerqué a la ventana de mi cocina y ví un arcoiris. Le pregunté si alguna vez había uno y me dijo que no. Así que lo saqué del agua y todo mojado lo llevé a la ventana para que lo viera. Me agradeció por mostrárselo y yo se lo regalé. Cuando salió del agua me preguntó si todavía estaba SU arcoiris.
De esto, él probablemete se olvide.

Pero yo no.





::

3 comentarios:

Mariana dijo...

Si, fue un hermoso arcoiris y seguramente todos nos lo olvidaremos en pocos días. Aunque ahora es de él, claro.

:)

Zimbon dijo...

No creo que se olvide! Lo peor va a ser cuando lo recuerde, mire por la ventana, esté nublado y te pida que se lo devuelvas, je!

Besos Lu!

Luli dijo...

Mariana, fueron dos, en la foto se ven dos arcoiris.
Hacete dueña del otro, así no te olvidás!

Zimbon, ya me lo pidió y entendió que los arcoiris duran un rato nada más.