ortografía

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Siempre fui una buena alumna, responsable, prolija y aplicada. Nunca citaron a mis padres por mala conducta, inasistencias reiteradas o notas bajas.
Era muy respetuosa y bien hablada.

Pero un día, allá por el año 1988, en un examen oral y final de lengua, frente a frente con la Señorita Susana revisando reglas ortográficas me pidió que le diga una palabra que contuviera la regla cc, citándome “acción” como ejemplo.

Luego de unos segundos la palabra vino a mi mente.
Contenta por haberla hallado, con mi mejor cara de nena buena, mis trenzas y mi flequillo, lo menos imaginado salió de mi boca:
Erección!



Pese a su cara de horror, me puso un 10.

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