sábado, 18 de julio de 2009

¿1+1=2?

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Nunca fui una luz en matemática. Las primeras canas que le salieron a mi madre fue a causa de tratar de enseñarme las fracciones. Que si teníamos una torta y la cortábamos en ocho porciones, que nos comíamos dos, que guardábamos tres, o si nos comíamos toda la torta. Nada, no había caso. Yo quería que tuviera dulce de leche o frutillas y cuántas porciones me comía poco importaba si estaba rica.

Años más tarde le preguntaba a la hoja cuadriculada para qué me iba a servir saber la raíz cúbica de x multiplicada por y al cuadrado. Y mi padre muy solemne respondía, que eran cosas que iba a aplicar en la vida.

La calculadora científica habría pasado casi intacta a manos de mi hermana si no hubiera sido por los stickers de snoopy y las fórmulas escritas cual machete en la parte interna de la tapa. Hasta tuve pesadillas con Seno, Coseno y Tangente.

Pero el tiempo pasó y la razón a mi padre le dio.

Y finalmente aprendí que cero por toda la cantidad siempre da cero, que el todo es mucho más que la suma de las partes y que la regla de tres no siempre es simple.

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3 comentarios:

Mariana dijo...

Y además, cualquier número elevado a potencia cero, da uno. Algo así era.

Me gustan las matemáticas, con su exactitud, sus caminos claros y los resultados esperados.
Sí, soy una aparata. Será que viene de familia.

:)

Luli dijo...

Pero si es por tendría que haber sido la mejor alumna en matemática.
Hasta ahora.
Por suerte.

¡Y que el resultado me sorprenda!

:P

La Criatura dijo...

yo nunca resuelvoo los enigmas de paenza... (y eso que me esfuerzo)