lunes, 9 de marzo de 2009

Ritual

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La hora de dormir es un momento sagrado en nuestras vidas, en la de Nani y en la mía.
El ritual comienza después del postre. A lavarse los dientes, un pis y a la cama.
Después de hablar de nuestro día, Nani elige dos cuentos y una canción. Me pide que lo tape aunque haga 30º, un beso o dos y un abrazo o dos y "chau, hasta mañana".

Pero la otra noche, después del postre empezaban unos dibujitos que él quería ver. Me pidió que lo dejara, pero como se tiene que levantar muy temprano para ir al jardín, eran esos dibujitos o "el ritual", que duran más o menos lo mismo. Eligió los dibujitos, nos dimos la mano e hicimos un pacto, era claro, era una cosa o la otra.
Así que cuando terminó su programa, previo paso por el baño, lo acompañé a la cama y lo tapé, me pidió que le cuente un cuento. Con todo el dolor del alma, porque yo amo ese ritual, le dije que no. Le di sus besos, sus abrazos y me fui.

Y así fue como a los 4 años Nani entendió que los pactos no se rompen.
A lo sumo puede haber una tregua, pero eso se lo enseño otro día.

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2 comentarios:

Juan Bodie dijo...

Pero bastante bien se la banca. El mío quiere los dibujitos y el cuento. Y ahí empieza la telenovela nocturna en la que yo hago de malo de serie de Telefé y el de Andrea Del Boca a los 7 años.

Yo voy a demandar a los autores del "Duermete niño"

Luli dijo...

Demandalos por insensibles!
Leí 3 páginas de ese libro y me dio tanta angustia que no sólo no pude aplicarlo sino que tampoco terminé de leerlo!