lunes, 23 de febrero de 2009

Elige tu propia aventura

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Cuando estábamos en el sur, en algún lugar digno de ser recordado le decía a Nani que mire bien, que mire todo y que se lo guarde en su cabeza, así un día, cuando el quisiera podía cerrar los ojos y volver a estar ahí, aunque sea, con su imaginación.

Así fue como noches atrás cerró los ojos tan fuerte que se le frunció toda la cara y con los ojos así cerrados me preguntó:

"Estás viendo los pingüinos igual que yo?"





Hay noches en las que yo también cierro los ojos y vuelvo a algún lugar.

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3 comentarios:

Opi (Wan Kenobi) dijo...

Hay dos cosas que me dan mucha impresión.
Una es lo que significa todo lo que uno le dice a los chicos.
La otra es esa capacidad increíble de volar sin ningún tipo de "ayuda".

¿Cual será el momento en el que los grandes, la sociedad, o la vida los hace "sentar cabeza"?
¿Por qué uno lo va llenando de tanto peso, que no pueden ya levantar vuelo?
¿O será la vida nomás?

Besos

Luli dijo...

Ojalá mi hijo nunca "siente cabeza". Ojalá siempre pueda volar con solo cerrar los ojos. Ojalá no sea yo quien lo llene de tanto peso, y si lo intentara hacer, aún sin querer, ojalá sea en el momento en que ya no signifique tanto lo que le digo.

Beso!

Zimbon dijo...

Demasiados deseos LULI!
Me hiciste acordar a Silvio Rodriguez con tantos "ojalás", jeje.


Y no te preocupes, no aparentas ser una madre cargadora de mochilas pesadas!

Sigue esforzándote así!
(diria mi maestra de sexto grado)