jueves, 29 de enero de 2009

Él

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24 de marzo de 2004. Fuimos a la plaza. Nos encontramos ahí. Me dio un beso en la frente, siempre lo hace. Me preguntó que tal mi día, cómo iban las cosas en el trabajo y en mi casa. Caminamos juntos. Caminamos en silencio. Caminamos abrazados. Yo observaba lo que él miraba. Saludó gente que lo reconocía, él no. Él se acuerda de todos pero no puede reconocerlos con canas, arrugas y kilos de más. Él reconoce a los de las pancartas, a los que están igual a la última vez que los vio. Con muchos de ellos compartió días, noches, pérdidas y silencios.
Pasó un chico con la foto de Adriana. Él se quedó mirándola. El chico paró, apoyó el palo en el suelo y se apoyó sobre ella. Él se acercó y le empezó a hablar. El chico abría cada vez más los ojos. Él se dio vuelta y me señaló. El chico me miró y sonrió. No escuché la conversación pero sé que le regaló un poco de historia y le dijo que yo me llamo Luciana gracias a Adriana. Volvió a mi lado, me abrazó, volvimos a mirar al chico y la pancarta estaba más alta, más presente y más sentida que antes.


Él es mi papá. El que me enseñó el valor de las cosas. El que sabe de todo, desde electricidad hasta historia universal. Al que despertaba todas las noches para que venga un ratito a mi cama. El que se sentaba en el living de la casa que había construido a contemplar lo alcanzado mientras escuchaba a Piazzola. El que perdió todo y siguió en pie. Siempre de pie, siempre remando. Con el que comparto el placer por la lectura y la pasión por El Padrino. El que me enseñó que también hay respuesta en los grises. El que me defiende como nadie. El que da la vida por nuestra felicidad.

Lo digo llena de orgullo: Él es mi PAPÁ.
Hoy cumple 56 años.

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2 comentarios:

Zimbon dijo...

Si algún día yo llego a cumplir 56 años y tengo una hija, me encantaría que me escriban algo parecido a esto...

En alguna próxima charla, me vas a contar mas sobre tu viejo? Solo si querés!

Beso!

Luli dijo...

:)
Gracias!
Y Papá también leyó esto.