martes, 2 de diciembre de 2008

Papo Reloaded

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Durante mas de tres años trabajé en un colegio. Por lo general salía siempre a la misma hora y me tomaba el mismo colectivo.
Como tengo esa buena costumbre de saludar cuando llego a un lugar, saludaba todos los días al colectivero que me llevaba de vuelta a casa.
Un día me dejó de cobrar y al poquito tiempo me enteré que se llama Alberto.
Me charlaba de San Isidro a Olivos prácticamente sin escalas. Vive con su mamá y se va de vacaciones a la casa que un tío tiene en la playa, le gusta cazar y su sueldo se lo pagan con monedas de 5, 10 y 25 centavos.
Un día me dijo que tenía cara triste y era cierto. Estaba triste. Otro día se dio cuenta que ya no llevaba alianza y me dio su teléfono para que algún día lo llame. Cosa que nunca hice. Dejé de trabajar en el colegio y nunca más lo volví a ver. Hasta hoy.
Lo llevaba a Nani al jardín y no nos cobró boleto. Nos sentamos en el primer asiento e intentó charlarme sin suerte. Con Nani jugamos al veo veo en el camino. Y reclamó su momento. Me pispeó la mano y vio que seguía sin alianza. No te arreglaste me dijo. No, contesté. Se nota, estás muy linda.(¿?) Gracias, me sonrojé.
Qué te dijo, Mami? Qué te dijo Mamá?? Qué estás linda??? Preguntó Nani.
No! Eso se lo digo yo a mi mamá. Increpó a Alberto. Parada en Paso, le dije. Chau. Chau. ...

Me parece que nunca más voy a viajar gratis.

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