miércoles, 6 de febrero de 2008

I&I


::

Llegó Ichu, Nani no se sentía bien. Ella lo miraba, como ofreciéndole su ayuda. Y su mirada decía, que feo lo que te está pasando. Yo te entiendo. Se empezó a sentir mejor y la empezó a buscar. Ella se durmió. Una vez en el teatro, casi sin perder la mirada en el escenario, cada tanto se miraban y veían como disfrutaban lo que estaba pasando. Aplaudían, se reían. Se sorprendían. A la salida caminaron juntos por Puerto Madero. Se dejaron tomar esta foto. Nani le robó un beso. Miraron el agua, los barquitos y se sentaron en un banco. O en dos o en tres. Nani le quería dar la mano. Ichu no. Él la corria a ella. Después ella a él. Ella se lastimó. Él le volvió a dar un beso. Nani corría, Ichu lo seguía. Ahora ella le quería dar la mano, él no. Siguieron jugando, se reían mucho. Lloraron con algunas caídas. Se consolaron. Se miraron con complicidad.


Mientras tanto, Sami y yo, los seguimos, los corrimos, les sonamos los mocos unas 114 veces, los abrigamos, les hicimos upa, les sacamos fotos, nos reímos con ellos y de ellos... y también entendimos y aprendimos que esto es así desde el principio.

::

No hay comentarios: